La Escuela Latinoamericana, celebrada en 1961, reunió importantes nombres y tuvo una gran influencia en el desarrollo de la investigación en América Latina. Con el apoyo de la Unesco, fue creado, en 26 de marzo de 1962, el Centro Latinoamericano de Física (CLAF).
En 1959 se realizó en México la 1a Escuela Latinoamericana de Física. A este primer esfuerzo le siguieron nuevas ediciones de la Escuela realizadas en Argentina y Brasil.
Estimulados por el éxito de la Escuela, un grupo de físicos latinoamericanos, encabezados por Juan José Giambiagi de Argentina, José Leite Lopes de Brasil y Marcos Moshinsky de México, resolvió proponer la creación un Centro Latinoamericano de Física idea que se transformó en realidad, gracias a los esfuerzos de Gabriel E.A. Fialho, primer Director del CLAF.
En una reunión de especialistas, realizada el 1 de junio de 1961 en Rio de Janeiro, bajo los auspicios de la UNESCO, se elaboró el proyecto de creación del CLAF con el acuerdo de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
La creación del CLAF fue ratificada en Río de Janeiro, el 26 de marzo de 1962, con la firma de los representantes diplomáticos de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
La formación académica fue prioridad del CLAF durante la década de 60, gracias a un intenso programa de becas que favoreció a los países menos desarrollados en Física.
Gentileza de Augusto Passos Videira
Al final de la década y durante los años 70, cuando ya se había establecido la capacidad propia de formación en los diversos países, el CLAF propició el intercambio de investigadores, la creación de escuelas, grupos de trabajo y conferencias latinoamericanas. Cabe resaltar la realización de la Escuela Latinoamericana de Física de Oaxtepec, México, en 1968, verdadero marco para la Física Latinoamericana, dada la enorme participación de la mayoría de los físicos de la región. Ya en los años 80, la atención del CLAF se volcó también hacia actividades interdisciplinarias de interés regional con miras a una mayor integración de la Física y de los físicos con especialistas de otras áreas.
Así, se buscó ampliar los horizontes de trabajo para los físicos y, paralelamente, demostrar en la práctica la importancia de la Ciencia y la Tecnología para el desarrollo de las sociedades latinoamericanas a través de la solución de problemas concretos de impacto económico y social. Al mismo tiempo se impulsó un programa de becas de pos grado como una forma de favorecer la colaboración en investigacion entre distintos países de la región. Y en los años 90 se establecieron programas de largo plazo tendientes a la utilización de las facilidades experimentales existentes o proyectadas en Latinoamérica.
Transcurridos los primeros diez años del CLAF, y por solicitud de la UNESCO, su actuación fue evaluada por la Misión Kastler en la cual participaron los profesores A. Kastler (Premio Nobel de Física) de Francia, M. Roche de Venezuela y R.N. Little de Estados Unidos. Posteriormente se realizaron otras evaluaciones a pedido de la UNESCO y realizadas en 1978 en Quito, en 1984 en Rio de Janeiro y más recientemente en 2000, llegando todas a conclusiones altamente favorables sobre la gestión del CLAF.